domingo, 8 de diciembre de 2013

Los libros de Noviembre 2013

Noviembre fue principalmente un mes de postular a postdocs. Ha sido la primera vez que lo he hecho. Treinta postulaciones, treinta juegos de documentos ligeramente distintos. Con mucha suerte, quizás una respuesta afirmativa. Así es el juego. Tal vez sea así también fuera de la Academia, no lo sé.

Como ya es costumbre, el grupo de libros de Noviembre terminó siendo ecléctico: desde la Palestina dibujada y narrada por Joe Sacco, pasando por el infierno de las mentes de dos amantes descrito por Graham Greene y por la ambiciosa imagen de un futuro tremendamente lejano de manos de Arthur C. Clarke, el mes terminó con las fantasías de finales sorpresivos de Harlan Ellison.

Palestine (Joe Sacco, 2001)

Palestina y la nación de Israel tienen una historia difícil desde hace décadas. De esta historia, mi conocimiento es sólo parcial. La posición estratégica en el Medio Oriente del área conocida como la Franja de Gaza la ha convertido, desde tiempos del Antiguo Testamento -cuando se conocía como Canaan-, en escenario de numerosos conflictos entre los distintos grupos humanos que intentaron ocuparla. El problema moderno en Medio Oriente entre israelitas y árabes tiene origen en la asignación de parte del territorio palestino a la nación de Israel, al termino de la Segunda Guerra Mundial. La desproporción económica y militar entre los países es evidente: por un lado, Israel, apoyada por EE.UU. y reconocida como estado soberano por las Naciones Unidas, y por otro, Palestina, un país económicamente devastado y con un gobierno musulmán fundamentalista. Han sido múltiples las hostilidades entre Palestina e Israel, pero dos levantamientos palestinos destacan por la violencia intensificada: la primera intifada -la palabra árabe intifada se traduce usualmente como "agitación" o "levantamiento"-, ocurrida entre fines de 1987 y fines de 1993, y la segunda intifada, entre Setiembre del 2000 y 2005. La primera intifada también es conocida como "la guerra de las piedras", con lo que uno puede tener idea de la falta de proporcionalidad entre la respuesta bélica palestina y la israelí. Ahora, el propósito de este post no es inclinar a quien tenga la desventura de leerlo a uno u otro lado del conflicto; para eso están la red y los libros, de ahí quizás puedan concluir algo.

Joe Sacco, el autor de la premiada Palestine, es un periodista y dibujante estadounidense. En Diciembre de 1991 y Enero de 1992, durante la primera intifada, Sacco visitó Cisjordania (entre el río Jordán y el Mar Muerto) y la Franja de Gaza para documentar la situación, principalmente desde el punto de vista palestino, que es el que menos cobertura recibía en los medios. El viaje de Sacco lo llevó a los territorios ocupados por Israel, a las ciudades palestinas y a Jerusalén. La crónica la contó en forma de nueves comics publicados en 1993, y en 2001 la fabulosa editora Fantagraphics Books -favorita personal mía- los compendió y publicó en un solo volumen, Palestine. La novela gráfica es una sucesión de historias contadas a Sacco por las diferentes personas que encuentra durante su viaje; la mayoría son palestinos que relatan su involucramiento en la intifada, la represión que recibieron por parte del ejército israelí, el tiempo que pasaron bajo condiciones infrahumanas en la prisión Ansar III, la destrucción de sus hogares y el estado de abandono de sus ciudades -con calles invariablemnte cubiertas de lodo- y de su economía. Es una visión sesgada del conflicto, y Sacco es suficientemente honesto como para admitirlo, pero el objetivo de la crónica fue precisamente mostrar lo que no se mostraba abiertamente. A pesar de tener un estilo de dibujo caricaturesco y relativamente limpio, Palestine es un libro de lenta digestión: a través de la imborrable crudeza de las historias, el autor logra transmitir la atmósfera de miedo y paranoia en la que viven los refugiados palestinos a los que entrevista.

A Palestine llegúe luego de leer los excelentes travelogues de Guy Deslile, un dibujante canadiense que relata, también en forma de comic, sus viajes a lugares muchas veces exóticos para Occidente: Pyongyang: a journey into North Korea, Shenzhen: a travelogue from China, Burma chronicles y Jerusalem: chronicles from the Holy City. Fue este último libro el que terminó haciendo que me interese por la situación en Palestina e Israel y por el trabajo de Sacco. El problema en el Medio Oriente es tremendamente complejo; comenzar a entenderlo a partir de novelas gráficas puede ser un acercamiento poco ortodoxo y seguramente incompleto, pero indudablemente funciona como punto de inicio.

==> Si te gustó esto, lee: Pyongyang: a journey into North Korea (Guy Delisle), Shenzhen: a travelogue from China (Guy Delisle), Burma chronicles (Guy Delisle), Jerusalem: chronicles from the Holy City (Guy Delisle), Safe Area Goražde: the war in Eastern Bosnia 1992–1995 (Joe Sacco), The fixer: a story from Sarajevo (Joe Sacco), Persepolis (Mariane Satrapi), Maus (Art Spiegelman)

The end of the affair (Graham Greene, 1951)

"When I began to write our story down, I thought I was writing a record of hate, but somehow the hate has got mislaid and all I know is that in spite of her mistakes and her unreliability, she was better than most. It's just as well that one of us should believe in her: she never did in herself."

Quizás lo más doloroso de un amor que se termina no es el fin, sino la lenta dilución de los sentimientos que le sigue, la conversión de lo tangible en recuerdo. Graham Greene supo reconstruir fielmente la situación de frustración y despecho que es ocasionalmente el resultado del fin de una relación. En The end of the affair, la acción transcurre en Londres, justo después de la Segunda Guerra. Los protagonistas son Maurice Bendrix, escritor que comienza a cosechar cierta fama, y Sarah Miles, esposa de un funcionario público. Luego de años de mantener una relación extramatrimonial, ésta termina abruptamente y Bendrix intenta encontrar la causa. Producto de tortuosas revelaciones, su sospecha inicial -que había sido su demanda por una mayor parte de la vida de Sarah la que terminó con la relación- será reemplazada, al término de la novela, por el descubrimiento de una verdad insospechada, mucho más íntima para Sarah. El odio de Bendrix permanecerá, pero no será más hacia su ex-amante, sino hacia el ser inmaterial a quien ella decidió finalmente entregarse y por quien lo dejó.

De Greene sólo había leído, hace unos años, el excelente thriller The third man. Pero, mientras aquella es fundamentalmente una novela policial y de misterio, en The end of the affair, perteneciente al período católico de Greene, la acción es una sucesión espasmódica de episodios precipitados por las acongojadas psiques de los protagonistas. Es la mejor representación de la pérdida del amor con la que me he topado.

==> Si te gustó esto, lee: Travesuras de la niña mala (Mario Vargas Llosa), Seda (Alessandro Baricco), The great Gatsby (Scott Fitzgerald), A farewell to arms (Ernest Heminway), Blankets (Craig Thompson)

The city and the stars (Arthur C. Clarke, 1956)

La tercera de las leyes de Clarke dice "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". "The city and the stars" está situada en el futuro muy, muy lejano: dentro de mil millones de años, la única ciudad humana que queda en una Tierra completamente desertificada es la fantásticamente avanzada Diaspar, un oasis de habitabilidad en medio de la superficie ahora hostil de una Tierra que carece incluso de océanos. Luego de un catastrófico evento relacionado con una invasión -cuya real naturaleza está perdida en lo que para los habitantes de Diaspar es la prehistoria humana- el imperio galáctico humano se contrajo nuevamente hasta la Tierra, donde progresivamente perdió su impulso natural de explorar las estrellas. Son pocos los autores que se atreven a situar sus historias en un futuro tan lejano. En mis lecturas, sólo he encontrado uno otro que se atrevió incluso a ir más lejos: H.G. Wells, en The time machine, ofrece un vistazo de los días finales de una Tierra no exactamente carente de vida.

Diaspar es una ciudad virtualmente inmutable: los "circuitos de eternidad" con los que fue construida aseguran que permanezca siempre en un estado perfecto de mantenimiento y funcionamiento, utilizando para ello un ejército de mecanismos automatizados que trabajan continua y silenciosamente. Es el fruto del planeamiento meticuloso de quienes la diseñaron y construyeron, mil millones de años en el pasado, cuando la Tierra aún era habitable. No sólo la infraestructura, sino el orden social de sus habitantes está planeado al detalle y es inmodificable: notablemente, los seres humanos no son más concebidos, sino reconstruidos directamente como adultos jóvenes (usando tecnología similar a los replicadores de Star Trek: "Tea. Earl Grey. Hot.") a partir de bancos de memoria almacenados en la computadora central de Diaspar. Sus vidas duran mil años, tras los cuales retornan a la computadora central para desaparecer nuevamente en ella, libres del temor a la muerte, eligiendo antes qué memorias desean que sean guardadas. Siglos después volverán a aparecer, con el conocimiento acumulado de vidas previas. La de Diaspar es claramente una sociedad diseñada para ser una utopía, pero, como todas las utopías que hemos imaginado, falla en su intento. La falla la pone en evidencia el protagonista de la historia, Alvin. Nacido sin memoria de vidas anteriores, carece también del instintivo miedo a los espacios abiertos que han cultivado los habitantes de Diaspar, a todo lo que esté fuera de la ciudad. Alvin descubrirá la verdad sobre la fundación de la ciudad y el propósito de su existencia. La culminación de la historia, digna de Arthur C. Clarke, es la develación de una verdad de proporciones cósmicas, similar a lo que hizo en Childhood's end. Como aquella, The city and the stars es inmensamente entretenida y es también un siempre bienvenido recordatorio de que la curiosidad es característica esencial de los monos calatos que somos.

==> Si te gustó esto, lee: Childhood's end (Arthur C. Clarke), The time machine (H.G. Wells), Brave new world (Aldous Huxley), A handmaid's tale (Margaret Atwood), We (Yevgeny Zamyatin), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), The martian chronicles (Ray Bradbury)

The beast that shouted love at the heart of the world (Harlan Ellison, 1969)

Harlan Ellison es un maestro de los cuentos cortos con finales inesperados. De él ya había leído la colección de cuentos I have no mouth, and I must scream. Para los interesados, la historia principal de esa colección, de donde viene el título, sirvió de base para la idea de la inteligencia artificial Skynet y todo el universo de Terminator; de hecho "I have no mouth..." está entre las diez historias más reimpresas en inglés. Ya desde entonces -y aún más luego de leer The beast..., muchas de sus historias me recordaban a los episodios de The twilight zone (La dimensión desconocida) y The outer limits que veía cuando tenía unos doce años. Ya antes he escrito por mi fascinación con el terror; las historias de Ellison no pueden clasificarse precisamente como historias de horror, pero en ellas hay invariablemente un inquietante elemento surreal, extra-normal, que intuimos que habita en el borde de lo que para nosotros es visible, detrás de las puertas, en los rincones oscuros y, permanentemente, detrás de nosotros, como los animales de los espejos o el hidebehind de los bosques de Wisconsin y Minnesotta descritos por Borges en su Manual de Zoología fantástica y su Libro de seres imaginarios.

Como las de Philip K. Dick, las fantasías de Ellison se sitúan en lugares tan dispares como, por ejemplo, la caverna subterránea donde se destila el origen de la locura ("The beast that shouted love at the heart of the world"); la autopista mortal de unos EE.UU. alternativos ("Along the scenic route"); el subsuelo marino donde se encuentra lo único que permitirá a una sociedad pacífica pero estancada volver a hacer guerra después de siglos ("Asleep: with still hands"); la residencia de un Papá Noel de la era Reagan mucho más parecido a James Bond que a San Nicolás ("Santa Claus vs. S.P.I.D.E.R."); una colonia humana en la que el último sobreviviente, un drogadicto, encuentra la fortaleza para sobrevivir a una invasión extraterrestre ("Worlds to kill"); y una ciudad postapocalíptica donde un niño y su perro genéticamente modificado tratan de sobrevivir ("A boy and his dog"). "A boy and his dog" es uno de los cuentos más populares de Ellison y fue adaptado al cine en 1975.

La introducción de mi edición de The beast... fue escrita por el igualmente popular Neil Gaiman, autor de la aclamada serie de comics The Sandman y de muchas novelas, como American gods, Coraline y Anansi Boys. Gaiman le hace justicia a Ellison al decir sobre él: "You can fuck around with the rules as much as you want to - after you know what the rules are. You can be Picasso after you know how to paint. Do it your way; but know how to do it their way first." Harlan Ellison es un transgresor, no tanto de formas como de fondo. Sus incursiones en territorio inhóspito son bienvenidas.

==> Si te gustó esto, lee: I have no mouth, and I must scream (Harlan Ellison), The king in yellow and other horror stories (Robert Chambers), The thing on the doorstep and other weird stories (H.P Lovecraft), The Philip K. Dick Reader (Philip K. Dick)

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Esos fueron los libros de Noviembre. Los de Diciembre ya están en curso. Ya les contaré cuando acabe el mes.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Los libros de Octubre 2013

Debería probablemente estar preparando una charla -sobre astrofísica nuclear, de la que sé vergonzosamente poco-, pero desde hace días tengo ganas de sentarme a escribir aquí, por un rato. Ha pasado más de dos años desde que he escrito algo que no sea lo que escribo sólo para mí, o notas o artículos científicos, y creo que aquellos pliegues de mi corteza cerebral que sienten satisfacción cuando armo listas han estado induciéndome a sentarme y armar una. Así que eso haré, ahora, una tarde de domingo con el indeciso clima de otoño de Würzubrg.

La primera lista pública que haré desde hace algún tiempo será, entonces, sobre los libros del Octubre que acaba de terminar. Varios de ellos los leí durante parte de mi periplo en los EE.UU. en Setiembre y Octubre: en aviones, trenes, buses y taxis por allá y sobre el Atlántico. Puestos en perspectiva, creo que los de Octubre pueden haber sido libros para escapar; los usé como punto fijo en el que concentrarse cuando el trabajo se acaba al final del día y uno no tiene ganas de pensar en sí mismo ni en nada que no sean planetas extraños, niños que son criados por lobos, gente que no muere, u hombres que se visten de murciélago o demonio y saltan entre azoteas.

Ringworld (Larry Niven, 1970)

Ganador de los tres premios más prestigiosos de la literatura de ciencia ficción: Nebula, Hugo y Locus. En el año 2850, los humanos que habitan la Tierra son seres longevos, gracias al uso del boosterspice, que le recuerda a uno al melange de Dune. Pertenecen a una sociedad global, altamente tecnológica, poseedora de naves con capacidad de viaje a velocidades mayores a las de la luz. La humanidad vive en paz, luego de haber no sólo sobrevivido a una guerra con la feroz raza alienígena de los Kzin, sino de haberla ganado ampliamente. La historia se abre con la celebración del cumpleaños doscientos de Louis Gridley Wu, quien, para prolongar la duración de su cumpleaños, se divierte transportándose instantáneamente alrededor del planeta, permaneciendo siempre delante de la penumbra y haciendo que su día dure más de veinticuatro horas. Inesperadamente, Louis Wu es contactado por Nessus, un Pierson's Puppeteer (en español, lo traducen como "Titerote de Pierson"), una desaparecida raza de alienígenas con dos cabezas, altamente inteligentes, pero terriblemente cobardes. Nessus tiene una propuesta para Louis, que involucra -más adelante se descubrirá de qué manera- la visita a un anillo artificial que recientemente ha sido descubierto alrededor de una estrella distante. Louis acepta la propuesta y así comienza el viaje a Ringworld.

Ringworld es un buen ejemplo de ciencia ficción dura, de esa que trata de ser coherente en su descripción de las diferencias y avances respecto de nuestra situación actual. Niven se graduó como matemático e hizo un año de estudios de posgrado, algo que se deja entrever, por ejemplo, en su explicación sobre el equilibrio de fuerzas que mantiene estable al anillo alrededor de la estrella que rodea. La novela le debe mucho a las épicas historias de la época de oro de la ciencia ficción de los años cuarenta, pero Niven elabora sobre esa herencia para construir una trama no sólo cautivadora, sino también, dentro de la suspensión del descrédito que es necesaria para cualquier trabajo de ciencia ficción, plausible.

The postmortal (Drew Magary, 2011)

¿Qué sucedería con la sociedad actual si se descubriera la "cura" para el envejecimiento? Esta es la premisa de The postmortal. Escrito como una serie de entradas en el blog del protagonista, la historia nos lleva desde el descubrimiento accidental de "La Cura" -una forma de terapia genética-, su legalización y popularización, y es una detallada exploración de los problemas económicos, políticos y militares que genera. ¿Se casaría uno, por ejemplo, sabiendo que "hasta que los muerte los separe" puede significar siglos? El protagonista de la historia se dedica inicialmente al ejercicio del Derecho, y el estudio en el que trabaja inventa los matrimonios cíclicos: contratos de matrimonio con fecha de expiración de cuarenta años, al final de los cuales las partes pueden separarse o decidir extender el contrato. The postmortal parte de una premisa extraordinaria -la invención de la cura para el envejecimiento- y explora minuciosamente, no sin humor, sus consecuencias, pero sin dejar de lado el hilo conductor que es la historia personal del protagonista. Justamente por eso me recordó a algunas de las novelas de Saramago -Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, El hombre duplicado y, especialmente, Las intermitencias de la muerte-, sólo que, con éste, la premisa siempre fue más fantástica que científica.


Saga of the Swamp Thing vol. 1 (Alan Moore, Stephen Bissette, John Totleben, 1984)

Este volumen recolecta los números 20 al 27 del comic Saga of the Swamp Thing, publicados en 1984 por DC Comics, escritos por Alan Moore, dibujados por Stephen Bissette y pintados por John Totleben. El personaje de Swamp Thing (traducido al español simplemente como "La cosa del pantano") había sido inventado en 1972 por Len Wein para una historia corta. Debido a la buena acogida que tuvo el personaje, DC decidió darle su propia serie, y Wein escribiría los trece primeros números de los veinticuatro que esta primera serie duró, hasta su cancelación en 1976 debido a las pocas ventas. Años después, en 1982, Wes Craven dirigiría la película del mismo nombre (que, en Perú, fue transmitida muchas veces por la televisión de señal abierta), y DC aprovecharía la ocasión para revivir la serie en una segunda encarnación. Incluso con el impulso de la película, sin embargo, las bajas ventas del comic amenazaban con su cancelación, hasta que en 1984 al entonces editor en jefe de DC no se le ocurrió mejor idea que contratar a un joven escritor británico que venía demostrando habilidad en las páginas de 2000 A.D., la publicación semanal emblemática del Reino Unido: el entonces aún poco conocido Alan Moore. La única condición de Moore para trabajar en DC fue tener la libertad creativa para rehacer al personaje que se le había asignado. DC aceptó y así comenzó una de las más conocidas deconstrucciones dentro del género del comic.

Moore se inició en el libro -rebautizado con el más adecuado nombre de Saga of the Swamp Thing- con el número 20. Lo primero que hizo fue atar todos los cabos sueltos que los escritores anteriores habían dejado. Luego de la limpieza de casa, Moore escribió el número 21, "The anatomy lesson" (reseña detallada con imágenes aquí), posiblemente uno de los comics individuales más reconocidos. La cosa es así: hasta entonces, la historia de Swamp Thing había sido más o menos estándar, dentro de los canones de la fantasía o de la ciencia ficción y el comic: científico experimenta con una fórmula para mejorar el crecimiento de plantas, matones lo intimidan y hacen explotar su laboratorio con él dentro, científico cae en el pantano aledaño, expuesto a su propia fórmula experimental que provoca que las plantas alrededor suyo reformen su cuerpo, convirtiéndolo en un monstruo humanoide compuesto de plantas, líquenes, musgo y madera, una cosa salida del pantano. Pero en "The anatomy lesson", Moore somete al personaje, literalmente, a una autopsia, y se revela que sus órganos son sólo vestigiales, falsos, inútiles copias de los órganos humanos hechos a base de tejido vegetal. La cosa del pantano nunca fue un ser humano reformado: fue una planta que creyó ser un hombre. Moore parte de este hecho, y del efecto traumático que tiene sobre el personaje, para construir una historia de auto-descubrimiento que sería el inicio de su carrera en los EE.UU. Unos años después vendrían Watchmen, V for Vendetta, From hell y varios otros excelentes libros, pero Saga of the Swamp Thing fue el inicio.

Daredevil: guardian devil (Kevin Smith, Joe Quesada, 1998-1999)

La historia recopila los ocho primeros números del segundo volumen de Daredevil, el superhéroe ciego de Marvel Comics. La serie había sido previamente cancelada, como suele suceder cuando las ventas son bajas o cuando se quiere reiniciar o darle un giro importante al libro, y Marvel trajo a Kevin Smith para escribir el primer nuevo arco de Daredevil. Smith venía de dirigir Clerks (1994), Mallrats (1995), Chasing Amy (1997) y Dogma (1999), películas todas ubicadas dentro del mismo universo (el Viewaskewniverse), del que los personajes de Jay y Silent Bob sean quizás los emblemáticos. Ávido lector de comics por años -su tienda de comics Jay and Silent Bob's secret stash es una de las mejores-, Smith sin embargo nunca había escrito uno y en Daredevil: guardian angel demostró que podía hacerlo como los mejores.

La historia en sí se centra alrededor de un bebé que es entregado a Daredevil / Matt Murdock (su alter ego) y que puede ser el Mesías, según una facción, o el Anticristo, según otra. Murdock inicialmente descarta estas especulaciones como tonterías, pero las tragedias sufridas por las personas cercanas a él, como su socio o su novia, sumadas a un inusual estado de paranoia al que el usualmente frío Murdock llega, hacen que considere seriamente la posibilidad de que el bebé sea en efecto el Anticristo. Desde ahí, el viaje por el descubrimiento de la verdad lo llevará a reencontrarse con ex-novias, con su madre y con uno de sus peores enemigos. En el camino, Smith hace un trabajo impecable al conectar la mitología pre-existente del personaje con una historia fresca. Las mejores historias de Daredevil, el hombre sin miedo, son las que exploran cómo Murdock es capaz de salir de los fondos más bajos de la condición humana y reconstruirse a pesar de todo lo que le acontece; lean, si pueden, el Daredevil: born again del maestro Frank Miller. Smith entendió esto y, en Daredevil: guardian devil, lo puso en práctica.

Batman: the black mirror (Scott Snyder, Francesco Francavilla, Jock, 2011)

Descubrí al escritor Scott Snyder recién después del reboot que DC Comics hizo de todo su universo de personajes, en el 2011. En general, este reboot no me cuadró mucho -y aún no me cuadra-, pero la nueva serie de Batman a la que dio pie ha sido una de las mejores que he leído en años. Batman: the black mirror marcó el ingreso de Snyder a los libros Batman y está situado inmediatamente antes del reboot; para los que quieren saberlo, recopila los números 871 al 881 del primer volumen de Detective Comics, los últimos antes del cambio de numeración. Los talentosos Francavilla y Jock ilustran la historia, y en mi opinión, algunas de las portadas de Jock son dignas de colgarse en salas y paredes.

Ahora, mucho ha ocurrido en los últimos años con Batman, desde que en el 2007 el escocés Grant Morrison asumiera la dirección de toda la continuidad de los libros de este personaje y los encausara, lenta y seguramente, hacia el clímax y culminación que fue el final de la miniserie Batman Inc. hace un par de meses, luego de lo cual dejó los libros. El Batman: the black mirror de Snyder tiene como protagonista a un Batman que no es Bruce Wayne. Éste se encuentra al mando de una iniciativa global, conocida como Batman Inc., que tiene como finalidad entrenar a vigilantes tipo Batman alrededor del mundo (obviamente el de Argentina se tenía que llamar El Gaucho). Wayne sigue siendo Batman, pero, debido a que sus viajes lo llevan fuera de Gotham frecuentemente, el manto se lo ha dejado a Dick Grayson, el primero de los tres Robins que han acompañado a Batman. A pedido de Wayne, Grayson, quien dejó de ser Robin hace años, abandona temporalmente su identidad como Nightwing, regresa a Gotham y asume el papel de Batman de Gotham. Es un Batman menos oscuro, más empático, menos atormentado, pero igual de efectivo. Black mirror es sobre todo una historia de detectives: a través de historias que inicialmente parecen inconexas, se teje la verdadera trama: un personaje del pasado de Grayson y del Comisionado Gordon vuelve a Gotham y se cuestiona su posible involucramiento en recientes actos criminales. Snyder demuestra, como lo hicieron los escritores de Batman en los cincuentas, que, cuando se trata de Batman, las historias de detective pueden ser tan o más efectivas que las que involucran a su galería de supervillanos.

The jungle book (Rudyard Kipling, 1894)

"What is the Law of the Jungle? Strike first and then give tongue."

Cuando era niño y adolescente tenía una colección de novelas de literatura universal, de las que leí casi todas. Una de las que pasé por alto fue, precisamente, The jungle book de Kipling. Claro que había visto la película de Disney cuando era chico, pero ahora sé que ésta sólo está vagamente basada en el libro (aunque me sigue gustando). The jungle book es una colección de historias sobre la vida en la selva india, y en las aldeas alrededor. Los animales han sido antropomorfizados, pero sólo en la medida en que es necesario para contar la historia; Kipling les dio voz e inteligencia, pero dejó intacta la naturaleza propia de cada animal. Tres de las historias tienen como protagonista a Mowgli, el niño indio que fue raptado y llevado a la selva siendo un bebé por el tigre Shere Khan y que luego fue adoptado por los lobos y educado por el oso Baloo y la pantera Bagheera. Las otras historias tienen como protagonistas a Kotick, una foca de piel blanca; a la mangosta Rikki-Tikki; a Toomal, el niño que vio a los elefantes bailar; y a un grupo de camellos, caballos, mulas y bueyes que discuten sus virtudes y defectos en la noche previa a una parada militar. The jungle book es definitivamente un libro escrito para niños, pero contiene también la visión que los ingleses del siglo XIX tenían acerca de la fantástica India, sobre la que aún eran soberanos. En el libro, India es un territorio mágico, donde los animales tienen sus propias leyes, donde los humanos son ignorantes y básicos, y donde uno puede convertirse en hombre viajando en el lomo de un elefante y participando de la secreta comunión de todos los elefantes en el interior de la selva. Sospecho que me hubiera gustado que esta hubiera sido una relectura, y no una primera lectura.      
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Y eso. Los libros de Noviembre ya están en mi repisa. Ahora, de vuelta a la chamba.