sábado, 28 de febrero de 2009

Diez cosas que hacer antes de morir

Ya antes dije que me gustan las listas. Una de las listas más importantes que llevo es la "lista de cosas que quiero hacer antes de morir", que son esas cosas que vienen acompañadas de la frase "algún día...". Ahora, en esta lista no se incluyen actividades sobre las cuales no tengo ningún control (pero que no por eso me interesan menos) como vivir para saber que existe vida o vida inteligente fuera de la Tierra o para ver la primera IA consciente de sí misma, por poner dos ejemplos. Mas bien, creo que las cosas incluídas en esta lista pueden ser realizadas, con menor o mayor dificultad (en algunos casos, lo admito, muy grande), en lo que dura una vida humana promedio.

Aqui van, en ningún orden en particular:

- Escribir un buen cuento
El cuento es mi forma literaria favorita. Dado que no debe ser muy largo (de lo contrario sería una novela), lo que sea que quiera transmitirse debe hacerse tomando en cuenta las limitaciones de espacio, sin llegar a hacer de la narracion una simple enumeracion de hechos. (Puesto así, me acabo de dar cuenta de que el cuento me parece un extremo, el resultado de un proceso de optimizacion.) Un buen cuento es como un buen lomo saltado: te deja satisfecho. No tengo idea de en qué género literario caiga lo que escriba (el policial me viene a la mente) ni cuándo lo haga, pero eventualmente lo haré.

- Aprender a tocar un instrumento
Cuando tenía unos ocho años, en lugar de llevar clases de música, llevé clases de programacion en Logo. Todavía tengo la intención de aprender a tocar piano, violín o batería (por el reto de llevar un ritmo distinto con cada mano). Ahora no hay tiempo, pero está en la lista.

- Dirigir una orquesta sinfonica
Esta es una de las cosas más difíciles de la lista. Moriré tranquilo si algún día dirijo Adagio for Strings de Barber, Bolero de Ravel, el vals de El Lago de los Cisnes, algo de Wagner o de Brahms.

- Perseguir un tornado
Tengo una fascinación por los desastres naturales. Y no soy el único: ¿por qué creen que hay más de un programa a la semana sobre el tema en Discovery Channel? Después de ver Twister, decidí que, alguna vez en mi vida, estaría dentro de una camioneta, sobre una autopista en el centro de EEUU, persiguiendo un tornado. ¿Por qué? Es una mezcla de curiosidad con búsqueda de sensaciones adrenalínicas.


- Que mi biblioteca llegue a los tres mil volúmenes
Mi colección personal de libros -que comencé alrededor de un año y medio atrás, cuando todavía estaba en México- tiene hoy 163 ejemplares (sin contar los que ya estaban antes en casa o los de mi papá). La idea es tener mil volúmenes nuevos cada década, de manera que, a los 55 años, alcance los tres mil. Sólo faltaría comprar el globo terráqueo gigante y amarrar un cuervo sobre la puerta de la biblioteca.

- Ver los fósiles de las criaturas de la explosión cámbrica
Hace 600 millones de años, la vida en la Tierra estaba limitada a bacterias y otros organismos unicelulares. Intempestivamente (ojo, para un paleontólogo), aparecieron los organismos multicelulares, en un montón de formas raras, algunas tanto que no sabemos hoy cuál era la cola y cuál la cabeza. Algunos de éstos quedaron fosilizados -notablemente en el Burgess Shale, en Canada- y lo que conocemos de la vida en esa era es gracias a ellos.


- Entender mejor por qué algo y no nada
Parafraseando a Johan, por qué existe algo en lugar de que no haya nada es una de las preguntas fundamentales. No sé si encuentre alguna vez una respuesta, no sé si alguien más encuentre una y no sé siquiera si existe una respuesta. Pero me gusta pensar en el tema.

- Criar a un ser humano u otra criatura inteligente
Me gusta enseñar y tengo curiosidad por ver de cerca el proceso de moldear una mente humana desde sus inicios. Mejor si es hijo mío. No hay prisa. También funciona si es un chimpancé inteligente.

- Explorar Australia
Vestido como Indiana Jones, de preferencia. Los que me conocen sabrán que no soy partidario de las caminatas, trepadas de cerro o excursiones a reservas naturales (para todo eso existen los vehículos motorizados y la televisión), pero, cuando vaya a Australia, voy a caminar hasta que me encuentre con un canguro albino.

- Ver la Tierra desde fuera
Este es un favorito personal. Nada de lo que vería tendría mejor resolución que las fotos satelitales o las tomadas desde el tranbordador espacial, pero cubrir un continente sólo con la palma de la mano, ver el amanecer varias veces en un día o comprobar que nos arrastramos sobre la superficie de una esfera de agua y tierra, sobre un fondo oscuro moteado de puntitos blancos, son motivos suficientes para querer verla.


Esa es la lista, por ahora. Imagino que con el tiempo se agregarán nuevas "cosas que hacer antes de morir" - y, con suerte, se habrán completado algunas. También, por supuesto, queda la posibilidad de que muera pronto y la lista quede inconclusa en su actual versión. Pero es más entrenido pensar que eso no pasará.

¿Hay algo que les gustaría hacer antes de dejar de funcionar?

lunes, 16 de febrero de 2009

Noticia bizarra 3

Hacía algún tiempo que no encontraba una buena candidata a noticia bizarra, pero hoy encontré una que cae perfectamente dentro de esta categoría.

Aquí está (el comentario, como siempre, lo dejo para el final):

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Casan a una niña india con un perro para salvarla de los malos espíritus

9:56 | La menor había desarrollado piezas dentarias adicionales, algo considerado como un mal augurio por la población

Nueva Delhi (EFE). Una niña de doce años ha sido casada con un perro para protegerla de los “malos espíritus” que la amenazaban en el estado indio oriental de Jharkhand, informó hoy un clérigo tribal local.

El casorio, celebrado ayer en la localidad de Jamshedpur, se llevó a cabo porque la menor había desarrollado piezas dentarias adicionales, algo considerado como un mal augurio por la población de la zona, explicó el sacerdote Naresh Manki, citado por la agencia IANS .

“En una sociedad tribal, que una mujer desarrolle dientes complementarios es considerado un mal presagio no solo para ella, sino también para los miembros de su familia y para toda la sociedad. Para salvarla de los malos espíritus, la casamos con un perro”, dijo Manki.

La pequeña Soni ha tenido que afrontar los atípicos esponsales por ser una “manglik”, una persona astrológicamente maldita para el matrimonio, según la tradición hindú .

“El enlace se celebra como una boda normal, también se organiza un banquete para aquellos que participan en la ceremonia”, añadió el clérigo.

No es la primera vez que en la India se celebran matrimonios entre hombres y animales o incluso árboles, ya que algunos astrólogos creen que ello libera a la persona contrayente de ciertas maldiciones o de la mala suerte que le han asignado los astros.

Ni siquiera las estrellas de la poderosa industria del cine indio, Bollywood, escapan al influjo de estos atavismos.

A finales de 2006, la actriz y miss Mundo Aishwarya Rai, también una “manglik”, tuvo que casarse simbólicamente con la imagen del dios hindú Vishnú como paso previo para poder desposarse con la también estrella del celuloide bollywoodiense Abhishek Bachchan.

Fuente: El Comercio, 16/02/2009
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Ok, estoy consciente de que estudiar las costumbres de una cultura de acuerdo con los parámetros de otra tiene como resultado un juicio tremendamente subjetivo. (También estoy consciente de que estudiarlas desde un punto de vista neutral es prácticamente imposible.) Pero, por otro lado, existe la siguiente regla básica y tácita de la sociedad moderna: no casas a tu hija con un ser de otro especie. Punto.


Por lo menos, según la BBC, la niña prometió cuidar bien del perro, de nombre Bacchan (vean la foto arriba). Sus días como simple perro callejero, en los que sobrevivía comiendo lo que encontraba, llegaron a su fin: Bacchan es ahora un perro casero y casado. (Segunda regla tácita de la sociedad moderna: si vas a casar a tu hija con un perro, no la cases con un perro vagabundo.)

¡Hasta la siguiente noticia bizarra!

miércoles, 11 de febrero de 2009

Páginas raras

La Internet es una jungla y de cuando en cuando uno se topa con un animal extraño -y no, no me refiero a un desconocido que te agrega a msn y te saluda con "hola amix". Me refiero a alguna página web de contenido inusual, fuera de lo común, que aparece sorpresivamente cuando uno hace click en un link de apariencia inofensiva.

Durante algún tiempo he venido compilando una lista de las páginas raras que he encontrado. Aquí va, pues, la (por ahora) corta lista:

1. TV Monkey: Monkeys on "The Simpsons"

El autor de esta página ha elaborado una lista de todas las referencias a monos que aparecen en Los Simpson. Esto lo hizo aparentemente coaccionado por su mascota, Mr. Monkey, como él mismo revela:

"Mr. Monkey & i used to love The Simpsons, and he was rather fond of taking note every time there is any sort of reference to monkeys on the show. At his insistance I compiled his notes into this list.
"

No resisto imaginar la posibilidad de que Mr. Monkey sea en realidad el muñequito que el autor usa sobre una de sus manos, como Mr. Garrison y su inseparable Mr. Hat.

¿Alguien dijo freak?

2. Mike the headless chicken

El 10 de Setiembre de 1945, el granjero Lloyd Olsen, de Fruita, Colorado, salió a su patio con la intención de buscar un buen gallo para que su esposa, Clara, cocinara. Buscó uno de los más gorditos -su suegra iba a cenar con ellos y quería impresionarla-, apuntó el hacha a su cuello y la dejó caer, como tantas otras veces y tantos otros gallos. El problema es que, esta vez, el gallo -Mike- no murió cuando el hacha le atravesó el cuello, sino que se levantó y siguió buscando comida, con sólo parte de la cabeza (incluyendo parte del cerebro y una oreja) intacta. Mike vivió durante dieciocho meses más, durante los cuales triplicó su peso gracias a la alimentación que Lloyd le procuró, directamente al esófago.

Mis secciones preferidas de la página son "Mike's Market" (quiero una camiseta de Mike) y "Cooking with Mike", una sección que contiene recetas para preparar, irónicamente, pollo.

3. The Voluntary Human Extinction Movement

Con una frase como "May we live long and die out", ¿qué se puede esperar de esta página? La VHEMT aboga, no por el exterminio de la raza humana a través del suicidio masivo, sino a través de la extinción voluntaria producto de la no-reproducción. Según la VHEMT, como resultado de la desaparición del hombre, la biósfera retornará a su estado de equilibrio. En sus palabras:

"Phasing out the human race by voluntarily ceasing to breed will allow Earth's biosphere to return to good health. Crowded conditions and resource shortages will improve as we become less dense."

La página contiene una sección de preguntas, de las cuales mi favorita es, de lejos, What's wrong with having babies? Don't you like babies?. Ah... qué diría el Flying Spaghetti Monster al respecto...

4. How to Sell a Potato Chip that Looks Like a Celebrity

El nombre de la página lo dice todo. Incluye un práctico método de cuatro pasos para envasar y ofertar tu papa frita por eBay.

5. Republic of Molossia

En 1977, Kevin Baugh era un niño con un sueño: tener su propio país. Veintidos años después, el 3 de Setiembre de 1999, el sueño se volvió realidad y la República de Molossia fue fundada, cerca de Dayton, Nevada, con Baugh como presidente (en realidad, dictador de facto). En la actualidad, Molossia tiene un área de 58 000 metros cuadrados, es decir, aproximadamente 0.000005% el área superficial de Perú, que incluyen la casa de la familia Baugh y un territorio escondido en alguna parte de Pennsylvania.

Entre lo más curioso de Molossia está la lista de artículos prohibidos, que incluye armas de fuego, focos (sí, los de la luz), pejegatos, cebollas, morsas (lo siento, Tongo [ahora que Tongo tiene página en Wikipedia, sólo basta esperar al Papa Negro]) y cualquier cosa proveniente de Texas, excepto Kelly Clarkson

(A esta página llegué cuando leía Historia de un Muerto Explicada por él Mismo, de Alejandro Dumas (padre), y encontré, en el cuento Los Mil y Un Fantasmas, la palabra "moloso". Cuando la busqué en Wikipedia, caí en la página de la República de Molossia. Resulta que "moloso" es un tipo de perro proveniente de una tribu griega antigua, los molosos.)

Estoy seguro de que hay muchas más páginas raras por ahí. ¿Ustedes, lectores, se han topado con alguna página rara en sus incursiones por la red?

domingo, 1 de febrero de 2009

Buenos Aires, libros y mausoleos

Hace una semana estuve por pocos días en Buenos Aires, en una de esas raras ocasiones en que viajo por turismo. La cosa fue así: del 14 al 21 de Enero estuve en Bariloche, para el Simposio Latinoamericano de Física de Altas Energías (SILAFAE) y, como ya estaba en Argentina, y dado que desde chico mi papá me había hablado de cuánto le gusta Bs. Aires, decidí tomarme libre de jueves a domingo de la semana pasada para conocer la capital argentina. Como estaba con Joel, que decidió también tomarse el fin de semana libre antes de regresar a la fría Valencia, llegué a hacer turismo -y no únicamente a sentarme en cafés y parques a leer, como suele pasar cada vez que tengo tiempo "libre" en un viaje- en la ciudad y alrededores. Tomamos un city tour que nos llevó por los barrios importantes: Palermo, San Telmo, Recoleta, La Boca y que terminó en un paseo en catamarán por el delta del río El Tigre. Y sí, me tomé la clásica foto en Caminito. (Lo que no pudimos hacer es tomar una foto desprevenida a la espectacular tanguera que posaba por ahí, en vestido rojo y sombrero negro...)

A pesar de los más de 30º C (media de 35º), caminamos buena parte del centro, con lo cual concluí que, entre las ciudades que he podido conocer, Bs. Aires es una de mis favoritas porque:

1. La densidad de librerías es altísima: sobre la Calle Florida (algo así como un Jr. de la Unión, en Lima, pero más cuidado), la densidad es de más de una librería por cuadra. Para los que me conocen, saben que la tentación de mudarme a Bs. Aires, sólo por esta razón, es grande.

2. Las porteñas son, sin menosprecio por las valencianas, alicantinas, mexicanas y limeñas, guapas. En Bs. Aires uno camina por las calles con gusto. Alabada sea la Física que me manda a estas ciudades.

El primer día que llegamos a Bs. Aires caminamos sobre la Av. Santa Fé, un poco sin rumbo, pero atentos a cualquier librería que se nos cruzara por el camino. (Afortunadamente, a Joel también le gustan los libros ... aún así, creo que estuve a punto de poner a límite su aguante. Me dispiace, Joele!) Después de comer y tomar algo en un cafecito muy pintón, encontramos una librería particular, mas bien pequeña, que no era una librería de cadena (allá Cúspide Libros y El Ateneo son los equivalentes a la peruana El Crisol). Entramos, saludamos al librero -que tenía todo el aspecto de ex-hippie- quien nos informó que cerraba en veinte minutos, y comenzamos a husmear los estantes. Encontré un libro de Calvino que no había podido encontrar en Lima (El Caballero Inexistente) y, cuando le pregunté al librero si tenía algo del polaco Stanislaw Lem (a quien descubrí hace poco), comenzó una conversación sobre Lem, Dick, Asimov, Huxley y varios otros escritores de ciencia ficción (un par que no conocía, notablemente Ballard).

Esta ha sido la primera y única vez en que he podido entrar a una librería y conversar con el tendero sobre libros. El librero, además de vendedor, era lector y conocedor de su mercancía, con gustos y recomendaciones. Este tipo de interacción no se encuentra en las grandes cadenas y, ahora lo sé, es una parte tan satisfactoria de la experiencia de ir book-shopping como lo es tirarse al suelo para revisar los estantes más bajos y rebuscar entre los libros escondidos en una fila trasera. Si vuelvo a Bs. Aires alguna vez, visitaré la misma librería (Lilith, sobre Santa Fé) para conversar con el mismo librero ex-hippie.

...

Cuando, en mi último día en Buenos Aires (domingo 25), me di cuenta por la mañana de que mi avión a Lima salía, no a las dos de la tarde, como creía, sino a las nueve de la noche, me di cuenta de que tenía un día libre más y acompañé a Joel a visitar el cementerio de La Recoleta. Sólo una vez antes había ido a un cementerio: al Baquíjano, en el Callao, para el funeral de un pariente y, aunque es verdad que no lo exploré mucho, los mausoleos no me habían causado gran interés. (Lo que sí me pareció interesante de esa ocasión fue el ritual masónico de despedida al fallecido: una especie de abrazo grupal alrededor del féretro.)

El cementerio de La Recoleta está situado, como podrían imaginar, en el barrio de La Recoleta, cerca del museo de Bellas Artes de Bs. Aires (que visitamos más tarde). No los voy a aburrir con los detalles de los muchos mausoleos del cementerio, entre los que destacan el de Eva Perón, el de la esposa de San Martín, de Bioy Casares (escritor argentino y contemporáneo, en tiempo y estilo, de Borges) y de ex-presidentes argentinos.

Caminar por el cementerio un domingo por la mañana, en un día nublado y con algo de llovizna, es una experiencia extrañamente relajante, tomando en cuenta que (1) uno está rodeado de cadáveres en descomposición y (2) este probablemente sea uno de los peores lugares en los que estar durante un levantamiento zombie. Pero lo que más me impresionó del cementerio fue un mausoleo en particular, el de Liliana Crociati, fallecida en 1970, a los 26 años, en Innsbruck, Austria, cuando un alud de nieve cayó sobre el hotel donde ella y su marido dormían. El mismo día murió su perro Sabú, a miles de km de distancia. En la entrada del mausoleo hay una estatua en bronce (obra de Wilfredo Viladrich) de ella vistiendo su traje de novia, acompañada de Sabú:

Debajo de la escultura, hay una placa con una inscripción, en italiano, de su padre, poeta:

La traducción es:

"A mi hija: Sólo me pregunto por qué te has ido y has dejado destrozado mi corazón. Que sólo te quería ¿por qué? ¿Por qué? Sólo el destino sabe el por qué y me pregunto por qué. ¿Por qué no se puede estar sin ti, por qué? Tan linda eras que la naturaleza, envidiosa, te destruyó, ¿por qué? ¿Por qué?, solo me pregunto si hay dios, se lleva lo que no es suyo. ¡Por qué destroza y deja hasta el infinito el dolor! Por qué, creo al destino y no a ti, ¿por qué? Por qué sólo se que siempre sueño contigo, ¿por qué hay de qué? Por todo el amor que siente mi corazón por ti. ¿Por qué? ¿Por qué? Tu papá."

...

Después a regresar al hotel, recoger las maletas, empacar los chocolates de Bariloche y salir al aeropuerto. En las varias horas de espera que tenía por delante antes de tomar el vuelo a Lima, leí Los Reyes, de Julio Cortázar, espectacular distorsión del mito griego en que Ariadna está enamorada, no de Teseo, sino de su hermano, el Minotauro, que, encerrado, resulta ser en realidad el único hombre libre. Después vino Seda, de Alessandro Baricco -quien escribió Novecento, el monólogo teatral que serviría como base para la película La Leyenda de 1900, de Giuseppe Tornatore- que resultó la perfecta lectura para olvidarse del mundo alrededor de uno, algo que busco a menudo cuando espero en un aeropuerto. Después de cuatro horas de viaje y de haber visto Die Hard 4.0 una vez más en el avión (nada como ver que John McClane destruye un helicóptero en vuelo haciendo que un carro se estrelle contra él), llegué al siempre caótico Jorge Chávez: a Lima, a casa, a mis libros y a mis peces.