jueves, 17 de diciembre de 2009

Noticia bizarra 6: la vaca en el techo

Cansado de ver el sol veraniego de Lima únicamente a través de la ventana de mi estudio, me alegró encontrar una nueva noticia bizarra. Aquí va:

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Vaca apareció en el techo de una casa en Inglaterra


Una vaca dejó a sus propietarios con la boca abierta luego de que saltara sobre el techo de su granja en Inglaterra. El animal fue atrapado de pie sobre el techo inclinado por el vecino, según informa el Daily Mirror.

El joven de 17 años de edad no podía creer lo que veía y rápidamente tomó una foto para demostrar que no lo estaba inventando. “Al principio pensé que era una ilusión y que estaba en el fondo y no, realmente estaba en el techo”, afirmó.

El joven agregó: “He oído que las vacas pueden saltar muy alto, así que creo que así llegó hasta allí. Era absolutamente increíble”.

Cuando el dueño llegó a casa, llamó a la policía, pues encontró el techo dañado gravemente, y pensó que un ladrón había intentado romperlo. “Si no fuera por la foto no se hubieran dado cuenta de que era una vaca la responsable”, dijo.

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Como es conocido por todos gracias a aquella fuente inagotable de procrastinación conocida como South Park, los seres humanos somos sólo la segunda especie más inteligente en la Tierra. La primera, evidentemente, son las vacas.


(Douglas Adams, autor de The Hitchhiker's Guide to the Galaxy, tenía una opinión distinta: los ratones son la raza más inteligente, seguidos por los delfines y luego, en un honroso tercer lugar, los humanos.)

Así que cuando encontramos una vaca trepada sobre el techo de una casa, no debemos preguntarnos cómo lo hizo, sino mas bien por qué lo hizo, qué está queriendo decirnos. Personalmente, creo que estaba tratando de demostrar que la rima de la vaca que saltó sobre la Luna está inspirada en hechos reales:

Hey diddle diddle,
The cat and the fiddle,
The cow jumped over the moon,
The little dog laughed to see such sport,
And the dish ran away with the spoon.

No me queda más que decir, tan sólo ver un poco más la foto de la pobre vaca en el tejado. Y temer, temer, que un día cualquiera, caminando desprevenidamente por una calle como muchas otras, una res aterrice sobre mí. It's raining cows, hallelujah!

¡Vémosnos!

domingo, 11 de octubre de 2009

Maxwell, sacúdete en tu cripta

Esto pasó hace algunas semanas y quiero escribirlo ahora que todavía lo tengo fresco. Pido disculpas por adelantado a los que lean este post y no sean físicos. Si hay partes que no traduzco es para poder transmitir mejor el sentido de lo que se dijo.


Una tarde del último Setiembre, durante mi estancia en Fermilab, estaba sentado frente a mi escritorio, haciendo quién sabe qué, cuando comencé a escuchar la siguiente conversación, que estaba teniendo lugar en alguna de las otras oficinas:

Bogdan: No, no encuentro nada incorrecto con tu argumento, pero habría que verlo con más cuidado...
Extraño: (respuesta ininteligible)
Bogdan: Bueno, tal vez podrías preguntarle a Chris Quigg, él fue alumno de Jackson. (Nota para físicos: sí, J.D. Jackson, el autor de "Classical Electrodynamics")
Extraño: (otra respuesta ininteligible)

Después de eso, escuché pasos por el pasadizo del departamento, desde la oficina de Bogdan en dirección a la mía. No pude resistir la tentación de voltear a ver quién había sido la otra persona en la conversación. Craso error: bastó un fugaz contacto visual para que el susodicho -un hombre alto de unos cincuenta años, vestido a la manera de controlador de vuelo de la NASA en los setentas- se detuviese en el pasillo, se acercara a la oficina que comparto con dos visitantes más (Jacobo y Roger, pero Jacobo ya se fue) y a manera de presentación preguntara:

"Do any one of you guys happen to know classical electrodynamics?"

Roger, Jacobo y yo nos miramos como diciendo "¿y éste de dónde salió?". Desafortunadamente (para mí), mi escritorio es el que está más cerca a la puerta, que es donde estaba apoyado el personaje, así que mientras que mis dos compañeros de oficina hábilmente regresaron sus miradas hacia lo que estaban haciendo antes de la interrupción, a mí no me quedó más opción que responder con un tentativo "sure...".

Ahora, la electrodinámica clásica es un tema que todos los físicos estudian durante la carrera y el posgrado, como parte de su formación, pero muy poca gente sigue investigando en el tema, así que mi respuesta completa fue algo como: "sí ... pero realmente no trabajo en eso...". Es como que a un médico le toquen la puerta del consultorio un extraño y le pregunten "doctor, ¿de casualidad sabe cómo funcionan los tendones?". Con el mismo entusiasmo de su primera pregunta, nuestro visitante exclamó:

"Ah, can I show you something then? I believe I have found an inconsistency in Maxwell's equations."

Un poco de contexto es necesario aquí. Las ecuaciones de Maxwell, conocidas desde 1861, son un grupo de cuatro ecuaciones que describen todos los fenómenos relacionados con la electricidad, la luz, el magnetismo y cualquier otro fenómeno relacionado con ondas electromagnéticas. Pero las ecuaciones de Maxwell sólo son válidas bajo ciertas circunstancias: el hecho de que estas circunstancias sean las que ocurren en la gran mayoría de fenómenos de la vida diaria y no tan diaria hace que las ecuaciones sean muy útiles. Estas ecuaciones han sido estudiadas a fondo por casi ciento cincuenta años: la tecnología actual es en gran medida fruto de ellas. Cuando nos salimos de la región de validez de esta teoría, tenemos otra, más fundamental, que explica lo que sucede en esos casos -la electrodinámica cuántica- y las predicciones de ésta son aún más precisas que las de la electrodinámica clásica (dentro de su rango de validez, claro). Mientras la electrodinámica clásica trata sobre "ondas", su versión cuántica trata sobre "fotones" ("partículas de luz").

Así que cuando un extraño se para frente a tu puerta y te dice que cree haber encontrado una inconsistencia en las ecuaciones de Maxwell, inmediatamente miras el calendario para revisar que no sea Día de los Inocentes. Por eso Bogdan le dijo "pregúntale a Chris Quigg, que fue alumno de Jackson". El libro de Jackson ha servido por generaciones para educar a físicos alrededor del mundo en electrodinámica clásica. Si Jackson te dice que tu cálculo en electrodinámica clásica esta incorrecto, entonces duda primero de tu cálculo, luego de tu conocimiento de electrodinámica clásica y por último de Jackson.

Volviendo a nuestro personaje -que resultó ser un profesor de Física (no dejó claro si de secundaria o de primeros años de pregrado)- éste procedió a mostrarme su prueba. A mitad de su explicación, se detuvo para preguntarme dónde había aprendido electrodinámica clásica y, pensando que me preguntaba de qué libro había estudiado, le respondí que del Jackson. Pero él no quería saber eso, sino en qué lugar había estudiado el curso. Curioso.

No recuerdo el detalle, pero su prueba consistía en que, asumiendo ciertas condiciones sobre las propiedades de una onda de luz que atraviesa un agujero de cierto tamaño (y se difracta), obtenía valores de ciertas variables que no tenían sentido: densidades de energía menores que las que tendría un fotón de la misma frecuencia de la onda que atravesó el agujero. A primera vista, no encontré un error de cálculo. Sin embargo, cuando comienzas a describir las cosas en términos de fotones y no de ondas, sabes que las ecuaciones de Maxwell pueden fallar, porque no están diseñadas para describir la luz en términos de fotones. En esos casos, uno debe utilizar otra descripción de la luz (le sugerí que revisara estados coherentes).

No pude decirle más. El hombre arregló sus papeles, me agradeció y siguió caminando por el pasillo. Unos minutos después lo vi buscando gente en el resto de las oficinas. Me parece que encontró a un postdoc disponible, porque se quedo por allá buen rato.

¿Qué habrá estado pensando esta persona? Era fácil ver que esperaba que alguien le dijera: "¡Pero cómo no nos hemos dado cuenta de ésto! ¡Todo lo que creíamos hasta ahora estaba equivocado!" Pero, por otro lado, también pudo suceder que realmente no tenía a quién más preguntarle y la idea no lo dejaba dormir hacía semanas, así que decidió pasar por el Depto. de Teoría de Fermilab porque quizá le quedaba cerca. Roger y Jacobo me contaron de casos similares en Cd. de México y Madrid, así que el fenómeno no es aislado. Roger me contó de alguien que se acercó al departamento de Física proponiendo la existencia de una nueva partícula que resolvía todos los problemas de la física contemporánea, algo así como una piedra filosofal. La curiosidad y el deseo por aprender siempre ranquean muy alto en mi libro, pero no sé hasta qué punto estas personas quieren satisfacer su curiosidad y cuándo comienza su deseo de escuchar a "una autoridad" (no, yo no me cuento ahí) agradecerle por habernos abierto los ojos.

La experiencia, sin embargo, no me disgustó y, hasta cierto punto, me divirtió. También me dejó pensando en la posibilidad de que, alguna vez, una persona de fuera de la academia realmente encuentre algo relevante e importante, y que se le deje de lado por carecer de las credenciales usuales: pregrado, doctorado, publicaciones en revistas indexadas, etc. No quiero despotricar contra el sistema con el que funciona la Física porque, a pesar de no ser perfecto, funciona: la ciencia avanza (o por lo menos se mueve) y los mecanismos están diseñados usualmente para que el trabajo duro sea recompensado. Pero la cantidad de conocimiento que un físico debe conocer antes de poder hacer algún aporte importante es cada vez mayor y es poco probable que, fuera de una universidad o un centro de investigación, un individuo estudie de manera sistemática todo lo que necesita aprender. La comunidad académica, además, provee a los investigadores la oportunidad de discutir ideas con sus pares. Fuera de ella, un autodidacta difícilmente podrá sostener esos diálogos por la falta de interlocutores. Experiencias como ésta me recuerdan, desde una perspectiva distinta a la cotidiana, cuánto de estructura social hay en la ciencia.

lunes, 31 de agosto de 2009

Un poco más de Bradbury

Hace algunas semanas escribí sobre la impresión que me había causado leer Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Bueno, unos días atrás un amigo mío (Miguel) puso un enlace en Facebook a este video sobre una conversación con el escritor:



El video es un poco largo (29 minutos), pero me parece que vale la pena verlo. Prepárense un sánguche (ojo, no un sandwich), sírvanse una coca-cola helada y mírenlo.

Concuerdo con muchas de sus ideas -aunque me pareció notar que tenía una noción equivocada sobre lo que entendemos por "prueba científica"- pero, al margen de eso, es impresionante el vigor, humor y lucidez que conserva (en el 2001, cuando fue filmada la entrevista, tenía 81 años). Lo que más me gustó fue cómo describe su proceso de creación de una historia: crea a tus personajes, dales a cada uno un motivo de vida, sitúalos en un campo cubierto de nieve y hazlos correr a través de él; luego mira sus pisadas en la nieve y a partir de ellas construye la historia.

¡Vémosnos!

sábado, 1 de agosto de 2009

Noticia bizarra 5: the corpse groom

Ya era hora de nueva noticia bizarra. Aquí está (el comentario, ya saben, viene al final):

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Francesa se casa con soldado muerto en Afganistán

10:18 | El presidente francés, Nicolas Sarkozy, autorizó la petición. Desde 1959, en Francia es posible casarse con un muerto

París (dpa) – Una francesa de 20 años se casó con un soldado muerto en Afganistán tras recibir el permiso del presidente francés, Nicolas Sarkozy, informó hoy el diario Le Parisien.

“Ahora lleva el apellido del caído, con el que iba a compartir su vida”, señaló el funcionaro del registro civil que ofició el matrimonio.

Damien Gaillet, de 20 años, y otros nueve soldados murieron en Afganistán en agosto de 2008, cuando un comando de la tropa internacional ISAF cayó en una emboscada de los talibanes.

Los padres de Gaillet se habían pronunciado en contra de una boda póstuma, pero la prometida de su hijo se impuso finalmente con su deseo.

En abril de este año ya se había casado Sandrine Bian con Sébastien Devez, quien murió en el mismo atentado. Bian tiene dos hijos pequeños del soldado.

Desde 1959, en Francia es posible casarse con un muerto, pero el mismo presidente debe dar la autorización personalmente.

Fuente: El Comercio, 31/07/2009

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¿Han visto The Corpse Bride, de Tim Burton (y Mike Johnson, no hay que olvidar al otro director)? Si no la han visto, háganse un favor y véanla. Es un tierno musical animado (en stop-motion, como la genial The Nightmare Before Christmas, producida también por Burton) sobre las posibilidades de una necro-relación amorosa. La diferencia es que, mientras que en Francia fue la mujer quien se casó con el novio muerto, en la película es la novia muerta la que es desposada por un incauto vivo. A todo esto, ¿no les pareció que Emily, la novia cadvérica, a pesar de que se le notaba un poco apolillada, estaba simpaticona?

Volviendo al tema y aléjandonos de consideraciones nada saludables, la noticia dice que el permiso para casarse con un muerto (es más fuerte la frase "casarse con un muerto" que "casarse con un ser querido fallecido", ¿no?) debe venir directamente del presidente. ¿Se imaginan cómo será una de estas cartas?

Estimadísimo Presidente:

Mediante la presente, solicito su permiso para contraer matrimonio, por la vía civil, con los restos orgánicos de quien en vida fue Fulanito. Juro amarlo y respetarlo hasta que la muerte nos separe.

Ehmm...

Mérde.

La novia.

¡Hasta la siguiente noticia bizarra!

domingo, 19 de julio de 2009

Fahrenheit 451

Hace unos días terminé de leer Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. La novela, publicada en 1953, trata sobre una sociedad futura en la que la lectura de libros ha sido prohibida, argumentando que leer hace que las personas sean concientes de todo lo que significa la condición humana: amor, odio, pasión, cuestionamiento, confrontamiento, ambigüedad, sosobra, curiosidad, etc. Es decir, los libros han sido prohibidos porque llevan a la infelicidad. Los seres humanos de esta sociedad están constantemente expuestos a estímulos visuales y sonoros (televisores gigantes que abarcan varias paredes y receptores de radio pequeños en las orejas, que tienen prendidos permanentemente). ¿Les parece familiar? Y son violentos: los niños se matan unos a otros sin sentir culpa y los padres tienen miedo de ellos. Cualquier invitación al pensamiento ha sido suprimida: no hay jardines ni mecedoras en las casas, y las facultades de artes, letras y ciencias (excepto la necesaria para el desarrollo tecnológico) fueron clausuradas hace décadas.


Curiosamente, el rechazo a los libros y cualquier incitación al pensamiento no fue iniciado por el gobierno, sino por el pueblo. Pensar no contribuía a su felicidad inmediata y la "búsqueda de la felicidad" perdió brillo frente a la posibilidad de una existencia continuamente provista de estímulos para ni siquiera recordar qué significa la infelicidad. El gobierno simplemente actuó según el deseo de la mayoría. Esta es una diferencia clave con las novelas acerca de distopías (utopías que parecen, pero no son), donde el "condicionamiento" para ser feliz nace del gobierno, no del pueblo.

El título del libro se refiere a la temperatura a la que un libro entra en combustión, 451 ºF, y al número de la compañía de "bomberos" a la que pertenece el protagonista de la novela. Son "bomberos" y no bomberos porque su trabajo no es apagar incendios, sino empezarlos. Y no cualquier incendio, sino quemas públicas de los libros prohibidos: Shakespare, Russell, la Biblia..., como lo hicieron en su época los Nazis.


Curiosamente, el mismo Fahrenheit 451 ha sido censurado muchas veces desde su publicación. Sobre esto, al margen de lo genial de la novela, los comentarios finales de Bradbury muestran una pasión impresionante por los libros y eso me llamó la atención. En el coda de la edición que leí (edición Del Rey, 50 aniversario), hay un comentario contra todos los grupos minoritarios que le han escrito a lo largo de los años, pidiendo que modifique su novela porque no se ven representados en ella. Bradbury responde:

"[...] For it is a mad world and it will get madder if we allow the minorities, be they dwarf or giant, orangutan or dolphin, nuclear-head or water-conversationalist, pro-computerologist or Neo-Luddite, simpleton or sage, to interfere with aesthetics. The real world is the playing ground for each and every group, to make or unmake laws. But the tip of the nose of my book or stories or poems is where their rights end and my territorial imperatives begin, run and rule. If Mormons do not like my plays, let them write their own. If the Irish hate my Dublin stories, let them rent typewriters. If teachers and grammar school editors find my jawbreaker sentences shatter their mushmilk teeth, let them eat stale cake dunked in weak tea of their own ungodly manufacture."

Fuerte, ¿no? Bradbury es un tipo que escribió su novela en el sótano de una biblioteca pública, alquilando máquinas de escribir por 10 centavos cada media hora. Así que cuando alguien critica su libro, no por sus ideas, sino porque le parece que no tomó en cuenta el punto de vista o la simple existencia del particular grupo al que pertenece, Bradbury ataca. Termina el comentario con esto:

"All you umpires, back to the bleachers. Referees, hit the showers. It's my game. I pitch, I hit, I catch. I run the bases. At sunset, I've won or lost. At sunrise, I'm out again, giving it the old try.

And no one can help me. Not even you."

El libro es muy, muy bueno y lo recomiendo fuertemente. Si han leído a Huxley (Brave New World), a Atwood (The Handmaid's Tale), a Orwell, les va a interesar. Todos los que critiquen a los medios por transmitir basura, van a encontrar eco en este libro. Y todos los que crean que no hay solución alguna, tal vez algo de esperanza.

domingo, 5 de julio de 2009

Diez cosas que hacer en Fermilab cuando no se tiene carro

Desde hace casi un mes me encuentro en Fermilab (nombre completo: Fermi National Accelerator Laboratory), en Batavia, cerca de Chicago, EE.UU., hogar del Tevatron, que es uno de los dos grandes aceleradores de partículas (el otro, CERN, está en Suiza), donde dos haces de partículas (en el Tevatron, protones) chocan uno contra el otro y crean un montón de desperdicios que los físicos analizan en búsqueda de cosas interesantes. (Osea, como diría Joel, una de esas máquinas que diseñamos de cuando en cuando para ver si se destruye el mundo.)

Voy a estar aquí en una estancia de casi cinco meses en el Departamento de Teoría, en lo que espero serán los últimos meses antes de comenzar el doctorado. Fermilab, por supuesto, es mostro: desde la arquitectura (ver foto del edificio principal: el Depto. de Teoría está en el tercer piso) se le presenta a uno como un sitio interesante. Algunos de los mejores teóricos en física de partículas tienen sus oficinas aquí, así que es un gran sitio donde trabajar.

Ahora, un detalle: Fermilab está en medio del campo. Literalmente, los caminos cortan por el bosque y a veces los autos tienen que detenerse porque un grupo de patos o un coyote están cruzando la carretera. Sí, muy bonito el contacto este con la naturaleza. ¿Mencioné que se necesita auto hasta para llegar desde la villa de investigadores (donde me alojo) al edificio principal? (Hay un servicio interno de taxi, que funciona hasta las 4:30 p.m. de lunes a viernes, pero después, cada uno por su cuenta.) ¿O que no hay transporte público desde Fermilab hacia ningún sitio o desde cualquier sitio hacia Fermilab, lo cual significa que las visitas al cine, librerías y cafés en el pueblo más cercano son escasas a menos que haya auto? En esta situación, y habiendo totalizado, hasta el momento, únicamente dos temerarias excursiones al Walmart más cercano para hacer compras (gracias por el aventón, Roger) uno se las tiene que ingeniar rápidamente e improvisar mecanismos de adaptación ante circunstancias de confinamiento. En otras palabras, ingeniarse soluciones a la pregunta que le hice a mi compañero de oficina el día que llegúe: ¿qué hace uno aquí para sobrevivir?

Aquí una lista de las diez cosas que hacer en Fermilab cuando no se tiene carro:

1. Trabajar. Esto involucra tanto la chamba a papel y lápiz y computadora, como las conversacion por Skype con el jefe en Lima.

2. Trabajar un poco más, hasta llegar a niveles insospechados de multitasking. A veces ya me da cargo de conciencia dormir, porque eso significa hacer una sola cosa.

3. Leer. De todo. Desde Molière, pasando por la historia de la renormalizacion, un recuento de la supernova de 1987, hasta 100 Bullets y Fables (ambas buenísimas, aunque me inclino por la primera).

4. Estudiar teoría cuántica de campos. Simplemente, porque nunca es suficiente. (Sí pues, advertí que no había muchas cosas que hacer sin carro.) (Para los no-físicos, este es el formalismo sobre el que se basa la descripción más fundamental de ... bueno, de casi todo lo que sabemos de la naturaleza.)

5. Lavar la ropa los domingos. Esto requiere de un delicado y concienzudo proceso de acumulacion de monedas de 25 centavos (quarters, para los nacionales) para las lavadoras durante toda la semana porque es más que probable que la máquina dispensadora de monedas del edificio de lavandería no funcione justo cuando vaya a lavar mi ropa.

6. Ir a seminarios experimentales después de tomar tanto café que la sangre seguramente toma un color marrón y aún así tener problemas para quedarse despierto.

7. Tomar café. (O lo que pasa como café por aquí.)

8. Terminar de ver alguna serie en la que me quedé a la mitad (e.g. Scrubs, 24). También vale ver alguna película rippeada en Internet. Hay que darle uso al ancho de banda de Fermilab, ¿no?

9. Ir al supermercado para abastecerme de víveres, porque hay que comer y porque también vale la pena recordar de vez en cuando que hay más mundo fuera de aquí. Afortunadamente, mi compañero de oficina me jala al Walmart más cercano.

10. Hacer listas, principalmente, de las cosas pendientes para cada día, y sentir la austera satisfacción de poner una marca de "completado" junto a cada tarea. Nada como una buena neurosis para pasar el tiempo.

Así pues, la visita a Fermilab está resultando ser, en parte, una prueba de resistencia y un reto a la capacidad de inventar cosas que hacer. Todo bien, por ahora, pero si algún día me quedo sin wifi, probablemente termine conversando con las ardillas. O con los coyetes, si se cruzan por la pista.

sábado, 21 de marzo de 2009

Noticia bizarra 4: elefantes rosados

Después de una semana de días llenos de conferencias y sesiones de discusión en la escuela del CERN en Medellín (de Medellín, hasta el momento, sólo conozco el aeropuerto, el centro de convenciones y el tramo de carretera que une a ambos), ha sido bueno encontrar una nueva noticia bizarra. Ésta en particular me ha recordado un pedazo de mi chiquititud y posiblemente ocurra lo mismo con algunos de ustedes.

Aquí les va:

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Descubren en África rara cría de elefante color rosa

19:37 | El pequeño paquidermo fue avistado por reporteros de la BBC de Londres breves minutos dentro de una manada

Botswana (Andina).- Una rara cría de elefante de color rosa fue descubierta por un fotógrafo en Okavno Delta, Botswana, cuando era amamantada por su madre, concitando la atención del mundo científico internacional.

Mike Holding, quien fotografió este raro ejemplar para la BBC de Londres, narró que mientras rodaban un programa sobre vida animal en el África, notaron un llamativo punto rosa que se movía dentro de una manda de unos 80 elefantes.

El avistamiento no duró mucho, pues inmediatamente después la manada cruzó un río.

“Fue un momento verdaderamente emocionante para todos en el campamento. Todos creímos que era algo muy raro de ver, nadie podía creer lo que tenía frente a sus ojos”, informó según El Universal de México .

De acuerdo a especialistas consultados, se trataría de un ejemplar de elefante albino de África que tendría escasas posibilidades de sobrevivir debido a que los fuertes rayos solares podrían dejarlo ciego o causarle serias lesiones en su delicada piel.

Se ha podido comprobar a lo largo de los años que los elefantes albinos no son completamente blancos y generalmente tienen un tono de piel tendiente al rojo-café o al rosado.

El albinismo es una condición genética en la que existe una ausencia congénita de pigmentación en los ojos, piel y pelo, y que se presenta en seres humanos y animales.

Fuente: El Comercio, 21/03/2009

Foto: El Universal, 21/03/2009

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Lectores, Walt Disney ha sido reivindicado. Los (inmensamente perturbadores) elefantes rosados de Dumbo (1941) sí existen:

Se necesitaba a alguien tan diferente como Disney para hacer la asociación entre el estado de ebriedad y la marcha de un grupo de elefantes rosados. En caso no recuerden la marcha, aquí la tienen (escuchen la letra con atención):



El ratón Timothy, compañero de viajes de Dumbo, resume bastante bien el espíritu de esta canción dirigida al público infantil:

Yo que al diablo desafié y que la cola le arranqué, los paquidermos tricolor han hecho que pierda mi gran valor.

Me pregunto:

1. ¿Habrá tenido Disney la madre de todas las borracheras en Botswana (donde se fotografió al elefante rosado)?

2. Si eres un botswanés (¿?) para el que los elefantes rosados sí existen, ¿a qué animal te imaginas cuando estás borracho?

La intensidad de esta escena es comparable con la de la impresionante Peregrinación al Monte Pelado en Fantasia (1940), definitivamente una de las escenas de terror mejor logradas en el cine.



Disney tiene que haber leído a H. P. Lovecraft

¡Hasta el próximo post!

sábado, 14 de marzo de 2009

Cómo ser inmortal

Todavía tengo un poco más que decir acerca de la muerte.

Hace poco leí Borges Oral (Alianza Editorial, 2000), una recopilación de las transcripciones de cinco charlas que dio Jorge Luis Borges en la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires, en 1978, cada una sobre uno de sus temas favoritos: el libro, la inmortalidad, Emanuel Swedenborg, el cuento policial y el tiempo.

En el ensayo sobre la inmortalidad, encontré la siguiente frase, que Borges atribuye a un poema de Leconte de Lisle:

Libérenlo del tiempo, del número y del espacio y devuélvanle el reposo que le habían quitado
.

Como frase lapidaria, me parece genial. (Sólo por el valor poético... realmente el reposo me aburriría.)

Otra frase que me gustó es una de Tomás de Aquino:

Intellectus naturaliter desiderat esse semper (La inteligencia desea naturalmente ser eterna)

Ahora, personalmente, casi siempre he asociado la idea de inmortalidad con la prolongación indefinida del período de vida, con la conservación tanto del cuerpo como de la mente de aquí en adelante. Alguien con mayor inclinación a la mística podría contentarse únicamente con la perpetuación de la conciencia, y ya no también del cuerpo. Para los gnósticos, de hecho, somos seres espirituales atrapados en envolturas materiales. La transmigración del alma -la reencarnación- tiene sus bases en esta filosofía.

Sin embargo, Borges propone una tercera noción de inmortalidad, una especie de perpetuación en la memoria colectiva:

Nuestro yo es lo menos importante para nosotros. ¿Qué significa sentirnos yo? ¿En qué puede diferir el que yo me sienta Borges de que ustedes se sientan A, B o C? En nada, absolutamente. Ese yo es lo que compartimos, es lo que está presente, de una forma o de otra, en todas las criaturas. Entonces podríamos decir que la inmortalidad es necesaria, no la personal pero sí esa otra inmortalidad. Por ejemplo, cada vez que alguien quiere a un enemigo, aparece la inmortalidad de Cristo. En ese momento él es Cristo. Cada vez que repetimos un verso de Dante o Shakespeare, somos, de algún modo, aquel instante en que Shakespeare o Dante crearon ese verso. En fin, la inmortalidad está en la memoria de los otros y en la obra que dejamos. ¿Qué puede importar que esa obra sea olvidada?

Quiénes somos es el resultado de nuestras interacciones con otras personas y, de manera indirecta, de nuestras interacciones con las creaciones de otras personas (libros, películas, pintura, música), que vamos acumulando en el transcurso de una vida. El yo de estas personas es, a la vez, el resultado de sus propias interacciones acumuladas. Si he entendido bien a Borges, entonces su idea de inmortalidad es que el yo de un hombre, o algunas manifestaciones de su yo, se transmite, usualmente de forma anónima, de generación en generación, aún después de que el cuerpo y la conciencia del creador original desaparecen. El yo de los hombres muertos se perpetua en el yo de los vivos: la inmortalidad se alcanza sin necesidad de divinidad. No se me ocurre forma más humana de hacerlo.

sábado, 28 de febrero de 2009

Diez cosas que hacer antes de morir

Ya antes dije que me gustan las listas. Una de las listas más importantes que llevo es la "lista de cosas que quiero hacer antes de morir", que son esas cosas que vienen acompañadas de la frase "algún día...". Ahora, en esta lista no se incluyen actividades sobre las cuales no tengo ningún control (pero que no por eso me interesan menos) como vivir para saber que existe vida o vida inteligente fuera de la Tierra o para ver la primera IA consciente de sí misma, por poner dos ejemplos. Mas bien, creo que las cosas incluídas en esta lista pueden ser realizadas, con menor o mayor dificultad (en algunos casos, lo admito, muy grande), en lo que dura una vida humana promedio.

Aqui van, en ningún orden en particular:

- Escribir un buen cuento
El cuento es mi forma literaria favorita. Dado que no debe ser muy largo (de lo contrario sería una novela), lo que sea que quiera transmitirse debe hacerse tomando en cuenta las limitaciones de espacio, sin llegar a hacer de la narracion una simple enumeracion de hechos. (Puesto así, me acabo de dar cuenta de que el cuento me parece un extremo, el resultado de un proceso de optimizacion.) Un buen cuento es como un buen lomo saltado: te deja satisfecho. No tengo idea de en qué género literario caiga lo que escriba (el policial me viene a la mente) ni cuándo lo haga, pero eventualmente lo haré.

- Aprender a tocar un instrumento
Cuando tenía unos ocho años, en lugar de llevar clases de música, llevé clases de programacion en Logo. Todavía tengo la intención de aprender a tocar piano, violín o batería (por el reto de llevar un ritmo distinto con cada mano). Ahora no hay tiempo, pero está en la lista.

- Dirigir una orquesta sinfonica
Esta es una de las cosas más difíciles de la lista. Moriré tranquilo si algún día dirijo Adagio for Strings de Barber, Bolero de Ravel, el vals de El Lago de los Cisnes, algo de Wagner o de Brahms.

- Perseguir un tornado
Tengo una fascinación por los desastres naturales. Y no soy el único: ¿por qué creen que hay más de un programa a la semana sobre el tema en Discovery Channel? Después de ver Twister, decidí que, alguna vez en mi vida, estaría dentro de una camioneta, sobre una autopista en el centro de EEUU, persiguiendo un tornado. ¿Por qué? Es una mezcla de curiosidad con búsqueda de sensaciones adrenalínicas.


- Que mi biblioteca llegue a los tres mil volúmenes
Mi colección personal de libros -que comencé alrededor de un año y medio atrás, cuando todavía estaba en México- tiene hoy 163 ejemplares (sin contar los que ya estaban antes en casa o los de mi papá). La idea es tener mil volúmenes nuevos cada década, de manera que, a los 55 años, alcance los tres mil. Sólo faltaría comprar el globo terráqueo gigante y amarrar un cuervo sobre la puerta de la biblioteca.

- Ver los fósiles de las criaturas de la explosión cámbrica
Hace 600 millones de años, la vida en la Tierra estaba limitada a bacterias y otros organismos unicelulares. Intempestivamente (ojo, para un paleontólogo), aparecieron los organismos multicelulares, en un montón de formas raras, algunas tanto que no sabemos hoy cuál era la cola y cuál la cabeza. Algunos de éstos quedaron fosilizados -notablemente en el Burgess Shale, en Canada- y lo que conocemos de la vida en esa era es gracias a ellos.


- Entender mejor por qué algo y no nada
Parafraseando a Johan, por qué existe algo en lugar de que no haya nada es una de las preguntas fundamentales. No sé si encuentre alguna vez una respuesta, no sé si alguien más encuentre una y no sé siquiera si existe una respuesta. Pero me gusta pensar en el tema.

- Criar a un ser humano u otra criatura inteligente
Me gusta enseñar y tengo curiosidad por ver de cerca el proceso de moldear una mente humana desde sus inicios. Mejor si es hijo mío. No hay prisa. También funciona si es un chimpancé inteligente.

- Explorar Australia
Vestido como Indiana Jones, de preferencia. Los que me conocen sabrán que no soy partidario de las caminatas, trepadas de cerro o excursiones a reservas naturales (para todo eso existen los vehículos motorizados y la televisión), pero, cuando vaya a Australia, voy a caminar hasta que me encuentre con un canguro albino.

- Ver la Tierra desde fuera
Este es un favorito personal. Nada de lo que vería tendría mejor resolución que las fotos satelitales o las tomadas desde el tranbordador espacial, pero cubrir un continente sólo con la palma de la mano, ver el amanecer varias veces en un día o comprobar que nos arrastramos sobre la superficie de una esfera de agua y tierra, sobre un fondo oscuro moteado de puntitos blancos, son motivos suficientes para querer verla.


Esa es la lista, por ahora. Imagino que con el tiempo se agregarán nuevas "cosas que hacer antes de morir" - y, con suerte, se habrán completado algunas. También, por supuesto, queda la posibilidad de que muera pronto y la lista quede inconclusa en su actual versión. Pero es más entrenido pensar que eso no pasará.

¿Hay algo que les gustaría hacer antes de dejar de funcionar?

lunes, 16 de febrero de 2009

Noticia bizarra 3

Hacía algún tiempo que no encontraba una buena candidata a noticia bizarra, pero hoy encontré una que cae perfectamente dentro de esta categoría.

Aquí está (el comentario, como siempre, lo dejo para el final):

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Casan a una niña india con un perro para salvarla de los malos espíritus

9:56 | La menor había desarrollado piezas dentarias adicionales, algo considerado como un mal augurio por la población

Nueva Delhi (EFE). Una niña de doce años ha sido casada con un perro para protegerla de los “malos espíritus” que la amenazaban en el estado indio oriental de Jharkhand, informó hoy un clérigo tribal local.

El casorio, celebrado ayer en la localidad de Jamshedpur, se llevó a cabo porque la menor había desarrollado piezas dentarias adicionales, algo considerado como un mal augurio por la población de la zona, explicó el sacerdote Naresh Manki, citado por la agencia IANS .

“En una sociedad tribal, que una mujer desarrolle dientes complementarios es considerado un mal presagio no solo para ella, sino también para los miembros de su familia y para toda la sociedad. Para salvarla de los malos espíritus, la casamos con un perro”, dijo Manki.

La pequeña Soni ha tenido que afrontar los atípicos esponsales por ser una “manglik”, una persona astrológicamente maldita para el matrimonio, según la tradición hindú .

“El enlace se celebra como una boda normal, también se organiza un banquete para aquellos que participan en la ceremonia”, añadió el clérigo.

No es la primera vez que en la India se celebran matrimonios entre hombres y animales o incluso árboles, ya que algunos astrólogos creen que ello libera a la persona contrayente de ciertas maldiciones o de la mala suerte que le han asignado los astros.

Ni siquiera las estrellas de la poderosa industria del cine indio, Bollywood, escapan al influjo de estos atavismos.

A finales de 2006, la actriz y miss Mundo Aishwarya Rai, también una “manglik”, tuvo que casarse simbólicamente con la imagen del dios hindú Vishnú como paso previo para poder desposarse con la también estrella del celuloide bollywoodiense Abhishek Bachchan.

Fuente: El Comercio, 16/02/2009
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Ok, estoy consciente de que estudiar las costumbres de una cultura de acuerdo con los parámetros de otra tiene como resultado un juicio tremendamente subjetivo. (También estoy consciente de que estudiarlas desde un punto de vista neutral es prácticamente imposible.) Pero, por otro lado, existe la siguiente regla básica y tácita de la sociedad moderna: no casas a tu hija con un ser de otro especie. Punto.


Por lo menos, según la BBC, la niña prometió cuidar bien del perro, de nombre Bacchan (vean la foto arriba). Sus días como simple perro callejero, en los que sobrevivía comiendo lo que encontraba, llegaron a su fin: Bacchan es ahora un perro casero y casado. (Segunda regla tácita de la sociedad moderna: si vas a casar a tu hija con un perro, no la cases con un perro vagabundo.)

¡Hasta la siguiente noticia bizarra!

miércoles, 11 de febrero de 2009

Páginas raras

La Internet es una jungla y de cuando en cuando uno se topa con un animal extraño -y no, no me refiero a un desconocido que te agrega a msn y te saluda con "hola amix". Me refiero a alguna página web de contenido inusual, fuera de lo común, que aparece sorpresivamente cuando uno hace click en un link de apariencia inofensiva.

Durante algún tiempo he venido compilando una lista de las páginas raras que he encontrado. Aquí va, pues, la (por ahora) corta lista:

1. TV Monkey: Monkeys on "The Simpsons"

El autor de esta página ha elaborado una lista de todas las referencias a monos que aparecen en Los Simpson. Esto lo hizo aparentemente coaccionado por su mascota, Mr. Monkey, como él mismo revela:

"Mr. Monkey & i used to love The Simpsons, and he was rather fond of taking note every time there is any sort of reference to monkeys on the show. At his insistance I compiled his notes into this list.
"

No resisto imaginar la posibilidad de que Mr. Monkey sea en realidad el muñequito que el autor usa sobre una de sus manos, como Mr. Garrison y su inseparable Mr. Hat.

¿Alguien dijo freak?

2. Mike the headless chicken

El 10 de Setiembre de 1945, el granjero Lloyd Olsen, de Fruita, Colorado, salió a su patio con la intención de buscar un buen gallo para que su esposa, Clara, cocinara. Buscó uno de los más gorditos -su suegra iba a cenar con ellos y quería impresionarla-, apuntó el hacha a su cuello y la dejó caer, como tantas otras veces y tantos otros gallos. El problema es que, esta vez, el gallo -Mike- no murió cuando el hacha le atravesó el cuello, sino que se levantó y siguió buscando comida, con sólo parte de la cabeza (incluyendo parte del cerebro y una oreja) intacta. Mike vivió durante dieciocho meses más, durante los cuales triplicó su peso gracias a la alimentación que Lloyd le procuró, directamente al esófago.

Mis secciones preferidas de la página son "Mike's Market" (quiero una camiseta de Mike) y "Cooking with Mike", una sección que contiene recetas para preparar, irónicamente, pollo.

3. The Voluntary Human Extinction Movement

Con una frase como "May we live long and die out", ¿qué se puede esperar de esta página? La VHEMT aboga, no por el exterminio de la raza humana a través del suicidio masivo, sino a través de la extinción voluntaria producto de la no-reproducción. Según la VHEMT, como resultado de la desaparición del hombre, la biósfera retornará a su estado de equilibrio. En sus palabras:

"Phasing out the human race by voluntarily ceasing to breed will allow Earth's biosphere to return to good health. Crowded conditions and resource shortages will improve as we become less dense."

La página contiene una sección de preguntas, de las cuales mi favorita es, de lejos, What's wrong with having babies? Don't you like babies?. Ah... qué diría el Flying Spaghetti Monster al respecto...

4. How to Sell a Potato Chip that Looks Like a Celebrity

El nombre de la página lo dice todo. Incluye un práctico método de cuatro pasos para envasar y ofertar tu papa frita por eBay.

5. Republic of Molossia

En 1977, Kevin Baugh era un niño con un sueño: tener su propio país. Veintidos años después, el 3 de Setiembre de 1999, el sueño se volvió realidad y la República de Molossia fue fundada, cerca de Dayton, Nevada, con Baugh como presidente (en realidad, dictador de facto). En la actualidad, Molossia tiene un área de 58 000 metros cuadrados, es decir, aproximadamente 0.000005% el área superficial de Perú, que incluyen la casa de la familia Baugh y un territorio escondido en alguna parte de Pennsylvania.

Entre lo más curioso de Molossia está la lista de artículos prohibidos, que incluye armas de fuego, focos (sí, los de la luz), pejegatos, cebollas, morsas (lo siento, Tongo [ahora que Tongo tiene página en Wikipedia, sólo basta esperar al Papa Negro]) y cualquier cosa proveniente de Texas, excepto Kelly Clarkson

(A esta página llegué cuando leía Historia de un Muerto Explicada por él Mismo, de Alejandro Dumas (padre), y encontré, en el cuento Los Mil y Un Fantasmas, la palabra "moloso". Cuando la busqué en Wikipedia, caí en la página de la República de Molossia. Resulta que "moloso" es un tipo de perro proveniente de una tribu griega antigua, los molosos.)

Estoy seguro de que hay muchas más páginas raras por ahí. ¿Ustedes, lectores, se han topado con alguna página rara en sus incursiones por la red?

domingo, 1 de febrero de 2009

Buenos Aires, libros y mausoleos

Hace una semana estuve por pocos días en Buenos Aires, en una de esas raras ocasiones en que viajo por turismo. La cosa fue así: del 14 al 21 de Enero estuve en Bariloche, para el Simposio Latinoamericano de Física de Altas Energías (SILAFAE) y, como ya estaba en Argentina, y dado que desde chico mi papá me había hablado de cuánto le gusta Bs. Aires, decidí tomarme libre de jueves a domingo de la semana pasada para conocer la capital argentina. Como estaba con Joel, que decidió también tomarse el fin de semana libre antes de regresar a la fría Valencia, llegué a hacer turismo -y no únicamente a sentarme en cafés y parques a leer, como suele pasar cada vez que tengo tiempo "libre" en un viaje- en la ciudad y alrededores. Tomamos un city tour que nos llevó por los barrios importantes: Palermo, San Telmo, Recoleta, La Boca y que terminó en un paseo en catamarán por el delta del río El Tigre. Y sí, me tomé la clásica foto en Caminito. (Lo que no pudimos hacer es tomar una foto desprevenida a la espectacular tanguera que posaba por ahí, en vestido rojo y sombrero negro...)

A pesar de los más de 30º C (media de 35º), caminamos buena parte del centro, con lo cual concluí que, entre las ciudades que he podido conocer, Bs. Aires es una de mis favoritas porque:

1. La densidad de librerías es altísima: sobre la Calle Florida (algo así como un Jr. de la Unión, en Lima, pero más cuidado), la densidad es de más de una librería por cuadra. Para los que me conocen, saben que la tentación de mudarme a Bs. Aires, sólo por esta razón, es grande.

2. Las porteñas son, sin menosprecio por las valencianas, alicantinas, mexicanas y limeñas, guapas. En Bs. Aires uno camina por las calles con gusto. Alabada sea la Física que me manda a estas ciudades.

El primer día que llegamos a Bs. Aires caminamos sobre la Av. Santa Fé, un poco sin rumbo, pero atentos a cualquier librería que se nos cruzara por el camino. (Afortunadamente, a Joel también le gustan los libros ... aún así, creo que estuve a punto de poner a límite su aguante. Me dispiace, Joele!) Después de comer y tomar algo en un cafecito muy pintón, encontramos una librería particular, mas bien pequeña, que no era una librería de cadena (allá Cúspide Libros y El Ateneo son los equivalentes a la peruana El Crisol). Entramos, saludamos al librero -que tenía todo el aspecto de ex-hippie- quien nos informó que cerraba en veinte minutos, y comenzamos a husmear los estantes. Encontré un libro de Calvino que no había podido encontrar en Lima (El Caballero Inexistente) y, cuando le pregunté al librero si tenía algo del polaco Stanislaw Lem (a quien descubrí hace poco), comenzó una conversación sobre Lem, Dick, Asimov, Huxley y varios otros escritores de ciencia ficción (un par que no conocía, notablemente Ballard).

Esta ha sido la primera y única vez en que he podido entrar a una librería y conversar con el tendero sobre libros. El librero, además de vendedor, era lector y conocedor de su mercancía, con gustos y recomendaciones. Este tipo de interacción no se encuentra en las grandes cadenas y, ahora lo sé, es una parte tan satisfactoria de la experiencia de ir book-shopping como lo es tirarse al suelo para revisar los estantes más bajos y rebuscar entre los libros escondidos en una fila trasera. Si vuelvo a Bs. Aires alguna vez, visitaré la misma librería (Lilith, sobre Santa Fé) para conversar con el mismo librero ex-hippie.

...

Cuando, en mi último día en Buenos Aires (domingo 25), me di cuenta por la mañana de que mi avión a Lima salía, no a las dos de la tarde, como creía, sino a las nueve de la noche, me di cuenta de que tenía un día libre más y acompañé a Joel a visitar el cementerio de La Recoleta. Sólo una vez antes había ido a un cementerio: al Baquíjano, en el Callao, para el funeral de un pariente y, aunque es verdad que no lo exploré mucho, los mausoleos no me habían causado gran interés. (Lo que sí me pareció interesante de esa ocasión fue el ritual masónico de despedida al fallecido: una especie de abrazo grupal alrededor del féretro.)

El cementerio de La Recoleta está situado, como podrían imaginar, en el barrio de La Recoleta, cerca del museo de Bellas Artes de Bs. Aires (que visitamos más tarde). No los voy a aburrir con los detalles de los muchos mausoleos del cementerio, entre los que destacan el de Eva Perón, el de la esposa de San Martín, de Bioy Casares (escritor argentino y contemporáneo, en tiempo y estilo, de Borges) y de ex-presidentes argentinos.

Caminar por el cementerio un domingo por la mañana, en un día nublado y con algo de llovizna, es una experiencia extrañamente relajante, tomando en cuenta que (1) uno está rodeado de cadáveres en descomposición y (2) este probablemente sea uno de los peores lugares en los que estar durante un levantamiento zombie. Pero lo que más me impresionó del cementerio fue un mausoleo en particular, el de Liliana Crociati, fallecida en 1970, a los 26 años, en Innsbruck, Austria, cuando un alud de nieve cayó sobre el hotel donde ella y su marido dormían. El mismo día murió su perro Sabú, a miles de km de distancia. En la entrada del mausoleo hay una estatua en bronce (obra de Wilfredo Viladrich) de ella vistiendo su traje de novia, acompañada de Sabú:

Debajo de la escultura, hay una placa con una inscripción, en italiano, de su padre, poeta:

La traducción es:

"A mi hija: Sólo me pregunto por qué te has ido y has dejado destrozado mi corazón. Que sólo te quería ¿por qué? ¿Por qué? Sólo el destino sabe el por qué y me pregunto por qué. ¿Por qué no se puede estar sin ti, por qué? Tan linda eras que la naturaleza, envidiosa, te destruyó, ¿por qué? ¿Por qué?, solo me pregunto si hay dios, se lleva lo que no es suyo. ¡Por qué destroza y deja hasta el infinito el dolor! Por qué, creo al destino y no a ti, ¿por qué? Por qué sólo se que siempre sueño contigo, ¿por qué hay de qué? Por todo el amor que siente mi corazón por ti. ¿Por qué? ¿Por qué? Tu papá."

...

Después a regresar al hotel, recoger las maletas, empacar los chocolates de Bariloche y salir al aeropuerto. En las varias horas de espera que tenía por delante antes de tomar el vuelo a Lima, leí Los Reyes, de Julio Cortázar, espectacular distorsión del mito griego en que Ariadna está enamorada, no de Teseo, sino de su hermano, el Minotauro, que, encerrado, resulta ser en realidad el único hombre libre. Después vino Seda, de Alessandro Baricco -quien escribió Novecento, el monólogo teatral que serviría como base para la película La Leyenda de 1900, de Giuseppe Tornatore- que resultó la perfecta lectura para olvidarse del mundo alrededor de uno, algo que busco a menudo cuando espero en un aeropuerto. Después de cuatro horas de viaje y de haber visto Die Hard 4.0 una vez más en el avión (nada como ver que John McClane destruye un helicóptero en vuelo haciendo que un carro se estrelle contra él), llegué al siempre caótico Jorge Chávez: a Lima, a casa, a mis libros y a mis peces.

domingo, 4 de enero de 2009

El Reino de este Mundo

Esta mañana de domingo acabo de terminar de leer El Reino de este Mundo (1949), de Alejo Carpentier. La novela se deja leer muy fácilmente y las descripciones de hechos fantásticos que son presenciados con naturalidad me recordó a eso que -estudiando Cien Años de Soledad en el colegio- Ms. Burga llamó lo real maravilloso.

Según la contracarátula de la edición de Alianza Editorial, que es la que leí, "El Reino de este Mundo recrea [...] los acontecimientos que, a caballo entre los siglos XVIII y XIX, precedieron y siguieron a la independencia haitiana". Sin embargo, más que el recuento -adaptado para la ficción- del hecho histórico, del libro me queda la realización final de uno de los personajes centrales, el negro esclavo Ti Noel, que tras haber atravesado por varios períodos de opresión, de manos tanto de los colonos blancos como de los mismos ex-esclavos negros, y haber sido partícipe de sendas rebeliones, cada una de las cuales prometía la liberación final del régimen opresor de turno, llega al final de su vida y, en un momento de lucidez, "en el espacio de un pálpito", alcanza a formular su visión del mundo:

"Y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse Tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de Tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo."

"... pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada." Pocas verdades son tan ciertas. Parafraseando a alguno de los personajes de Grey's Anatomy, estamos diseñados para ser intrínsecamente inconformes. Ojo, que no creo que uno no pueda ser feliz con lo que tiene, pero es casi seguro que, en cualquier momento de la vida, habrá algo que uno crea que puede hacerlo aún más feliz.

Y aquí me viene a la mente el punto de vista budista sobre el problema de la felicidad. Buddha reveló que es el deseo de obtener algo lo que genera sufrimiento y que, por lo tanto, para evitar el sufrimiento, se debe eliminar el deseo. Lo que me gustó del budismo es que no se detiene en ese argumento, sino que -muy hands-on- propone una guía con pasos detallados de cómo llegar a desterrar el deseo. Alcanzar este estado de privación del deseo (nirvana, para los budistas) equivale a existir en el Reino de los Cielos, donde "no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite."

Una existencia así, sinceramente, me parece aburrida. Sí, esa es la palabra correcta. Posiblemente sea porque soy hijo del capitalismo, de la sociedad consumista y competitiva, donde la idea misma de vivir se equipara en gran medida a la de alcanzar metas progresivas, algunas inmediatas y otras que sólo se completarán al término de una vida. Yo, como Ti Noel, elijo el Reino de este Mundo sobre el Reino de los Cielos. Prefiero una existencia "agobiado de penas y de Tareas" sobre la "incógnita despejada", simplemente porque a través de las penas y tareas es como la realidad se deja conocer. La Naturaleza no nos ha construido caminos pavimentados y señalizados que nos lleven fácilmente a conocer su funcionamiento. Mas bien, cualquier pseudocerteza que podamos obtener acerca del orden (o desorden) de las cosas es el resultado de un proceso tortuoso y falto de guía. Vivir en el Reino de los Cielos es perder la curiosidad heredada de nuestro linaje primate, mientras que vivir en el Reino de este Mundo es abrazarla, a pesar de sus dificultades. "... el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo."